Nos costaba mucho decir adiós a
Lucca (hoy día, desde la perspectiva de haber culminado ya todo el recorrido podemos afirmar que fue, definitivamente, el destino que más nos enamoró), por lo que decidimos dedicar parte de la mañana del octavo día a recorrer nuevamente su ciudad fortificada.
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Lucca, iglesia de San Michele in Foro
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| Lucca. Calle |
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| Lucca. Calle |
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| Lucca. Calle |
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Lucca. Calle
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A media mañana, pusimos rumbo a San Gimignano (Patrimonio de la Humanidad). Nos decantamos por el camino corto, contradiciendo al tomtom y evitando la circunvalación de Florencia (Firenze) y las autopistas (sólo pagamos peaje hasta la salida de Altopascio: 0,70 €). Pero en este empeño no teníamos más ayuda que un mapa de carreteras de toda Italia (y, por tanto, poco preciso), puesto que la señalización en las carreteras italianas tiende a ser más bien pobre... De este modo, como podéis imaginar, el trayecto no fue nada fácil.
La parte positiva fue que el camino fuera de autopistas nos permitió disfrutar del paisaje toscano. La Toscana se asienta sobre un terreno ondulado, sembrado de colinas, donde abundan, por lo general, campos dorados, dedicados al cultivo de cereales y salpicados de pacas de trigo. Sin embargo, en los alrededores de San Gimignano, la vegetación que encuadra la carretera es, por contra, bastante abundante y verde.
Uno se precipita a San Gimignano a ciegas, a través de una sucesión de curvas que faldean el montículo sobre el que se encarama, sin que el visitante espere toparse con el disparate que se muestra ante los ojos: un pequeño pueblo plagado de vetustos
rascacielos (dicen que son catorce, pero parecen más). Con razón lo apodan
la Manhattan medieval: cuentan que, durante la Edad Media, los nobles del pueblo competían por ver quien poseía la torre más alta. Es, sencillamente, espectacular.
Para visitar la ciudad fortificada de San Gimignano, de circulación reducida, hay que estaccionar en los diversos
párkings que rodean la zona amurallada. Nosotros aparcamos en el nº 4, el más alejado (
4,50 €). Después de comer en el interior de la
furgo, caminamos hacia el centro histórico, que recorrimos palmo a palmo. Aquí dejo algunas fotos.
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San Gimignano. Piazza della Cisterna
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San Gimignano. Piazza della Cisterna
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| San Gimignano. Piazza del Duomo |
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| San Gimignano. Piazza del Duomo |
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| San Gimignano. Calles |
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| San Gimignano. Calles |
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| San Gimignano. Piazza del Duomo |
La nota negativa del día fue el calor tan infernal que sufrimos que no nos permitió disfrutar de San Gimignano tanto como éste merecía... A media tarde acampábamos en el
cámping Colleverde de Siena (
dos personas + cámping car: 39 € -electricidad y duchas de agua caliente incluidas; la
wi-fi, que no contratamos, se pagaba aparte y nos pareció carísima-). Este cámping (
http://www.sienacamping.com/), de tres estrellas, cuenta con aseos renovados muy bien equipados y piscina (de la que no pudimos disfrutar por llegar después de las 19 horas); por contra, las parcelas para los
cámping-car no son de césped sino de grava. En cuanto a su ubicación, siendo cierto que está algo alejado del casco viejo, puede cogerse el autobús urbano a la puerta para acercarse hasta él. En general, la valoración que nos mereció fue muy positiva, aunque apenas paramos en él unas horas, puesto que al día siguiente nos esperaban el centro histórico de Siena y el Valle del Orcia, al sur de la Toscana.
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